16 noviembre 2006

Waiting for the Man

Si algo envidio de la cultura anglosajona es su gran capacidad para hacer estudios complejos y rigurosos sobre temas en apariencia banales (por ejemplo sus biografías). Argumentos, cifras, material gráfico... aquí lo reservamos para cuando hablamos de temas "importantes". Pero a veces echo en falta un poco de levedad rigurosa: que me hablen de las peliculas juveniles de la década de los 80' con el mismo rigor con el que los estudiosos del cine le chupan el culo a Bergman.

Un magnífico ejemplo de lo dicho es Historia del rock y de las drogas de Harry Shapiro. Bueno, el título español (¡qué grandes editores!) comete tres errores:

1. En el original se llama "Waiting for the Man" (que creo hace referencia a la canción de la Velvet Underground)

2. Y si se deciden a traducir el subtítulo deberían haberlo llamado "Historia de las drogas y de la música popular". Porque no sólo de rock vive el hombre y no se puede entender por qué si hablamos del rock Shapiro dedica más de la mitad del libro a tratar las relaciones entre la heroina y la marihuana con el jazz.

3. La maquetación del título español remaraca la palabra ROCK y cambia en orden de las palabras (mal traducidas). Cuando lo importantes es la palabra DROGAS, pues el libro trata de su evolución a lo largo del s.XX poniéndola en relación con los diferentes movimientos de la música polular (y no viceversa).


¿Y en su interior? Pues que Shapiro sabe un montón, pero además quiere vender su libro. Algo que en España rara vez ocurre (hay poca voluntad comercial...y de autores informados ni hablamos)

Drogas y música popular. Billie Holliday y Chalie Parker (heroina), The Who (anfetaminas), Mezz Mezzrow (marihuana) y un largo etcétera. Una relación fuerte y serena que nació ya a finales del siglo XIX cuando los músicos de blues acompañaban a los charlatanes que vendían remedios milagrosos (hechos a base de opiáceos).

El autor de este notable libro no sataniza las drogas, pero tampoco pregona sus virtudes (en la mayoría de los casos mucho más que discubles). Simplemente nos dice: las drogas nos han acompañado casi todo el siglo XX, hace tiempo que perdimos la guerra contra ellas, analicemos hasta que punto están integradas en nuestra sociedad.

Música y drogas. Más allá del romanticismo, es un hecho que el jazz, el rock y el hip hop no se entenderían sin las drogas. Porque la mayoría de esos genios creadores estaban "enganchados al sonido"

"Es como dicen. Ningún maldito negocio es como el negocio del espectáculo. Había que sonreír para no vomitar" Billie Holiday.