31 octubre 2006

Vísperas de todos los santos

No me opongo a llamarlo Halloween, aunque en mi familia siempre han sido "las vísperas".

Hubiera queadado chulo hacer una especial, pero visto que tarde un día entero en cambiar el formato (esta página estuvo muerta varias horas, que lo sepais) y que no me ha quedado tal como yo quería...bueno...visto lo visto...dejo los especiales a otros que demuestran más maña con las nuevas tecnologías y más conocimiento del tema del terror: Forfy y Saricchiella.

Podría hablar de la primera película de terror que marcó mi infancia: Frankenstein (1931). O de cómo no pude dormir aquella noche. O de cómo años después me volvió a fascinar (esta y la muy superior La novia de Frankestein). O de James Whale, un genio...pero, no se, quedaría muy gafapasta, muy "este blog es mio y me lo follo cuando quiero", muy comic alternativo de un tío/a que cuenta su infancia. Y no, esto no es eso (aunque a ratos lo parezca).

Podría hablar de IT (la teleserie de 1990), pero me lo reservo para un post posterior. Y también me reservo un post para Payasos Asesinos del Espacio Exterior (1988), pero tengo que revisionarla (para captar todos lo detalles que me perdí cuando la ví con 12 añitos)....y sí, me dan miedo los payasos.
También podría hablar de mis miedos. Miedo a abrir puertas, miedo a las muñecas de trapo, miedo a las niñas que llevan máscaras de porcelana. Miedo a sufrir. Lo que son los típicos miedos. Y ya he dicho que este no es un blog ombliguista. No hoy, por lo menos.

Podría hacer cientos de cosas para "festejar" Halloween, pero para que cansarme si hay una canción que lo resume todo:


27 octubre 2006

Woody y el tiempo

Woody Allen es un cineasta superdotado (eso de primeras).

No me vale eso de que siempre hace la misma película porque no es verdad; siempre habla de sí mismo (cierto), pero siempre de un aspecto de si mismo diferente. La culpa, la muerte, el psicoanálisis, la creatividad, etc.

Vale, es un tipo ingenioso, un pensador en ocasiones brillante, ¿pero un gran director?



Y no hablo de esa cosa del "estilo", invento francés que ha hecho tanto daño al cine (no lo digo yo, lo dice William Goldman), ni de su dirección de actores, ni del uso que hace del zoom, NO.

El cine es (o al menos era) TIEMPO. "Delante de la pantalla, rodeado de gente, te vamos a contar una historia en 90 minutos. No te levantes, no vayas al baño... o te perderas algo importante". Bueno, ahora con el DVD y la TV el cine se está transformando: ya no es tan importante el TIEMPO, ahora la primacía está en la IMAGEN. Una película se debe poder consumir troceada. Alex de la Iglesia lo explicó muy bien: él se había criado viendo películas por televisión y por eso el cine no era algo tan sagrado para él (te lo podían cortar con anuncios un montón de veces). Kill Bill es el mejor ejemplo de como la IMAGEN se ha impuesto al TIEMPO (y ojo, que me gusta).


Y Woody es un director clásico. Y Match Point es el mejor ejemplo de su clasicismo. Su dominio del TIEMPO es abrumador. Cada escena sucede un tiempo después de la anterior (una hora, un día, un mes, un año) y, sin embargo,consigue situarnos cronológicamente en la historia en cada momento. No necesita carteles ("Un mes después"), simplemente sin casi enterarnos el tiempo se acelera y somos capaces de ver en 90 minutos 2 ó 3 años de la vida de un hombre. Por eso Match Point es una gran película y por eso Woody Allen un gran director.

25 octubre 2006

Hoy es el día de la marmota, hoy es el día de...

No, no es el día de la marmota. Es al final de invierno, eso lo sabemos todos.

Más bien, ayer fue el día de la biblioteca. Y yo soy bibliotecario, para el que no lo sepa. Es más, soy el único bibliotecario de mi biblioteca. Una biblioteca pequeñita, curiosa, algo bonita y también algo escasa.


Soy el dios de mi biblioteca. Yo presto, yo sanciono y, lo que más me gusta, yo compro. Mi compañera de piso dice que debo sentirme como Pretty Woman cuando ojeo los catálogos de libros, comics y DVD. "Quiero esto, esto y esto también".

Bueno. Ayer fue el día de mi trabajo. Y no tuve fiesta. Pero bueno, como hago lo que más me gusta no me puedo quejar.

Bueno, sólo era eso.

24 octubre 2006

Keith Moon meets Steve Martin

Para inagurar el nuevo formato de esta página, aquí está uno de mis "youtube" favoritos.

Keith Moon riéndose de su fama de broncas y destrozahabitaciones delante del Steve Martin de la mejor época. Todo esto, filmado para la CBS en 1977 (un año antes de la muerte del mítico bateria de The Who). Perdonad que no se vea mejor.

19 octubre 2006

La segunda generación perdida americana

Hubo una primera generación perdida. Aquellos escritores, actores y cineastas que quemaron su vida entre la Segunda Guerra Mundial y el Macartismo. Encajonados entre el esplendor del periodo de entreguerras y el nuevo amanecer de la generación beat y los hijos del átomo (50'), sus miembros fueron héroes o traidores que nos dejaron obras de gran nivel, pero que serán más recordados por lo que no pudieron hacer. Welles, Siodmak, Kazan, Trumbo, etc.

Pero todo esto estaba olvidado en los 70'. Unos jóvenes radicales habían venido ha salvarnos de una de las peores décadas de la historia para el cine: los años 60'. Se le llamó la edad de plata, cuando los estudios aún tenían fe en subsistir, cuando Lucas, Spielberg, Coppola, Scorsese soñaron que podían cambiar el cine. Pero al final el sueño fue pesadilla.



Y hubo una segunda generación perdida. Los miembros de la edad de plata que se malograron, que no pudieron (o supieron) sobrevivir a la crisis de los años 80', cuando el cine juvenil se convirtió en el único cine posible. Sus películas son maravillosas porque no saben donde ir, porque son los perdedores de la historia (y los perdedores molan más que los triunfadores), porque su cine alimentó nuestra juventud. Porque no somos nada sin ellos.

1. Michael Cimino tuvo la culpa de todo. Había realizado El cazador en 1978, era el niño mimado de Hollywood, un superdotado. Entonces hizo La puerta del cielo (1980) y la cagó. Demasiado presupuesto, demasiada ambición, pero poco público. Nunca el enfrentamiento entre ganaderos y agricultores (tema recurrente del Western) fue tan real, tan sangrante. La imagen final de un Kris Kristofferson derrotado merece pasar a los anales del gran cine. Pero nadie se acuerda de esta joya.


Casi hunde un estudio (fue más fiasco incluso que Cleopatra) y lo desterró para siempre del Olimpo de los creadores (con mayúscula). Tardó cinco años en volver a dirigir. Ha hecho alguna cosilla interesante, pero ya no le queda crédito. Desde 1996 está olvidado. Y eso es una pena.

2. Peter Bogdanovich tuvo más suerte. Jugó sus cartas más inteligentemente y, más mal que bien, aún está en la mesa. Empezó con Roger Corman, hizo su gran película pronto (The Last Picture Show en 1971) y su carrera fue cuesta abajo entre películas con Ryan O'Neil y Barbara Streisand. Buenos intentos de recuperar la comedia clásica de los 30' y 40', pero ya era tarde y el público no se lo perdonó.


Queda como el gran cinéfilo de su generación (llena de grandes cinéfilos). En los 90' empezó a recuperarse y últimamente hace televisión y tambié actúa. Siempre será el tío que cuenta esas anécdotas tan divertidas sobre Orson Welles.

3. Walter Hill es un tipo duro. Empezó con una peli con Charles Bronson y aún sigue activo. Sobrevivió porque se vendió a la gran industria y eso lo hace el más inteligente de todos. Últimamente no ha hecho nada de relumbrón pero aún así tiene algo de futuro. Sus películas durante los años 90' carecen completamente de interés. Como es un tío listo ahora también produce TV.
Entre sus películas no se con cual quedarme: The Warriors (1979), Calles de fuego (1984), 48 horas (1982), etc. Ha trabajado con Woody Allen, ideó Aliens y Alien 3, pero (sobretodo) escribió el guión de esa maravilla que es El hombre de MacKintosh

4. John Milius tiene fama de fascista. Le pirra la fantasia heroica y el western crepuscular. Y como director hizo El viento y el león (1975) y Conan el Bárbaro (1982). Sobrevivió a los 80', pero últimamente no dirige nada medianamente interesante.
Como guionista su trabajo es mil veces más interesante. Últimamente se ha recluido en la TV donde es el productor de la interesante serie ROMA. Pero aún es capaz de escribir grandes cosas. Aunque sea un ultra peligroso, nunca dudaré de su habilidad con la pluma: El juez de la horca (1972), Apocalipse Now (1979), el arreglo del guión de Tiburón, etc.

5. Richard Donner es un caso extraño. Es un triunfador y no escribe sus historias. Empezó a trabajar al principio de los años 60', pero no hizo su primer gran éxito hasta 1975: es por lo tanto un director de largo recorrido, con mucha formación (algo raro dentro de esta generación).

Pero cómo se puede dejar fuera al director de La profecía (1976), Superman (1978), Los Goonies (1985) o Lady Halcón (1985).

6. David Webb Peoples (y el resto de guionistas de Lady Halcón). Obra maestra, es también la película arquetípica de la generación. Cine de género, tratamiento personal, aliento épico, romanticismo, cierto clasicismo formal, etc.


Nacidos de la Serie B, dentro de un sistema de estudios que se hundía, amaron el cine de género y quisieron imprimirle personalidad y estilo. Su formación es prácticamente idéntica: Jhon Huston, Roger Corman, Steve McQueen,... trabajos aquí y allá. Hicieron sus mejores películas entre 1975 y 1985, después vino el olvido o, lo que es peor, la mediocridad. También se podía hablar de mi adorado John Boorman, de Peter Yates y de tantos otros sin los que el cine [comercial] moderno no sería el mismo. Sus éxitos y sus fracasos nos han llevado hasta aquí. Algún día se los recordará como una generación irrepetible.

17 octubre 2006

Publicidad y monstruos gigantes

El mundo moderno me satura. ¿Cómo es posible que me interese un anuncio japonés de los años 70'? ¿Cómo es posible que conozca su existencia? ¿Cómo es posible que lo tenga en mi ordenador?



Internet ha cambiado el mundo. Sólo es posible la locura. Nunca sabremos todo, y sin embargo lo tenemos todo al alcance de un "clic" (bueno, nosotros aquí, en occidente).

Y en vez de emplear el tiempo leyendo el Ulises de Joyce (que es lo que se suponen que deben hacer los tios con gafas como yo)...

09 octubre 2006

Postmodern Love 2

Postmouderno:

1. "COSAS RARAS PORQUE SÍ"


La definición es de MOE.

Todo está en los Simpsons, es una batidora referencial. Es una obra enciclopédica.

Es tal el nivel de información que debemos manejar, nosotros los jóvenes despreocupados del siglo XXI, (no porque se produzca más sino porque la definición de "cultura" se ha ampliado muchísimo) que es necesario una publicación que la recoga, la mastique y nos la ofrezca en nuestras casas de forma regular. Los Simpsons son la "Enciclopedia Británica" de la cultura pop.

Y lo único que lamento es saber que por mucho que los vea no los entenderé en toda su dimensión. Y para muestra un botón.

08 octubre 2006

An evening with Kevin Smith... (pasando el rato)

Está en el emule... Y si buscas en el Youtube hay una selección de los mejores momentos. Millones de fikis ya lo han visto, ¿y tú? Es "An Evening with Kevin Smith" (2002), un video donde se recogen los mejores momentos de la gira de conferencias que en 2002 dio el "genio de New Jersey" [sic] por distintas universidades americanas.


Kevin Smith es un gran conferenciante. Divertido, ingenioso, sin pelos en la lengua. Sabe improvisar, aunque quizás tenga un repertorio de gestos y burlas un poco limitado. Está muy por encima de su público, y lo sabe. Universitarios salidos esperan chistes guarros...y él se los da, pero también ofrece otras muchas cosas. Monólogos inteligentes, descripciones detalladas del funcionamiento de Hollywood (impagable la historia de su guión de Superman), incluso autocríticas a su forma de entender el cine.



No deja títere con cabeza: Tim Burton, Mark Wahlberg, Sean Penn, Nicholas Cage, Prince, etc. Se ríe de ellos como si fuera un niño travieso sin nada que perder, pero no es así. Y eso es lo más destacable de la gira de conferencias: el descaro de Kevin Smith. Le pierde su voluntad de ser gracioso, porque en su interior sigue siendo un niño gordito de los suburbios de NY. Nos puede gustar Tim Burton, pero no negaré que los comentarios de Smith sobre él no son verdad (además de en muchos casos bastante graciosos).

Está tan por encima de lo que dice... Se sabe inteligente, y su propia actitud nos insulta. Él sabe hacer bromas, nosotros debemos reirnos y él está por encima de todo. Somos hormigas. Cierta sensación de pedanteria freak inunda todo el video. Pero entonces va y suelta un chiste malicioso y vuelve a ser el vecino graciosete de siempre.

El "documental" es de 2001-2002. Hay una auténtica fiebre por Jay y Bob el Silencioso. Aún no se ha dado el hostión de Jersey Girl y Clerks 2 no es más que un proyecto lejano. Por mucho que digan... Kevin Smith estaba en la cima de su carrera. Su cine había perdido cierta frescura, pero seguían estando sus chistes, su arma secreta. Incluso he de confesar que el romanticismo de Persiguiendo a Amy me convenció.

Así es este video. Kevin Smith en su altar (en todos los sentidos), feliz de ser quien es. Quizás algo cargante, pero siempre me han atraido las personas más inteligentes que yo. Y no puedo dudar de que él lo sea.

Y ojo... que no estoy hablando de su cine. Porque puede haber polémica. Sucede que lo amas o lo detestas. No negaré que es una "rara avis" del cine americano (¿independiente? ¿juvenil?). De lo único seguro que estoy es que un tipo listo. Y con eso vale. Aunque no esté hablando de hacer cine.

06 octubre 2006

Londres, escrito en pierda

Se van terminando mis vacaciones. Después de unos días en Londres necesito descansar. Unas vacaciones de las vacaciones, pero sin trabajar. Y ahora comienzan los pilares...



Y sí, frente al palacio de Buckingham hay una rotonda infernal.

Y Londres está lleno de Starbucks y todo está atestado de turistas españoles e italianos. El Soho es un curioso sitio habitado por putas, gays y snobs (a veces todo en uno). Candem vive gracias a punks trasnochados y gafapastas que crean tendencia incluso cuando van a mear (carne de NOSOLOMÚSICA). Y en el museo británico están los restos de un espolio de siglos (pero como es gratis se lo perdonamos todo).

En fin, me gusta Londres. Pero sólo para un rato.